La sesión con Sonja fue ágil, natural, divertida, fácil, muy cálida y agradable… pero sobre todo destacaría que la propia sesión nos unió más como familia, hubo juegos que nos hicieron subir nuestra autoestima común, nuestros lazos y nuestra complicidad, y sobre todo nos hicieron sentir una familia bonita en todos los aspectos. Volver a mirar las fotos ahora es para nosotros un recordatorio de que somos esa familia bonita, aun cuando hay momentos en que no estamos tanto en esa onda. - Victoria